La ayuda psicológica: Un tabú

     He conocido a varias personas (aún menores de edad) que a mi consideración, necesitan apoyo psicológico y incluso ellos lo reconocen, pero el mayor problema de todos era: decirle a los padres. Y esto se da debido a que nuestros padres, o a la gran mayoría de personas adultas, el recibir ayuda psicológica es sinónimo de estar loco, ya que en sus tiempos así era. A pesar de ya estar en otros tiempos, donde se ha normalizado la psicología, la creencia aún sigue, hay padres que se deconstruyeron y ya no lo ven como un tabú. Afortunadamente me tocaron este tipo de padres, pero hay personas que terminan decayendo por este mismo tabú ya que no buscan la manera de recibir ayuda, y hasta yo intento buscar soluciones pese a no vivirlo, ya que todos merecemos ser ayudados y comprendidos. Siempre les he dicho que la manera más fácil de decirlo es eso: decirlo sin más rodeos

“Quiero ir a terapia psicológica porque lo necesito”. Si lo deseas, puedes contarles (sin tantos detalles) el motivo por el cual quieres asistir y cómo afecta a tu vida.

Al ser rechazado quedan dos caminos: Rendirse o tomar las riendas y buscar ayuda por nuestra cuenta. Muchos toman la primera opción, pero quienes toman la segunda opción pueden espectarse sin ningún camino fijo, pero acaban de tomar una valiente decisión. Para buscar ayuda pueden contactarse con el psicólogo más cercano y la opción más sencilla es llevar el proceso con un familiar de confianza que no esté del todo afectado por este tabú.

"Las emociones no expresadas nunca mueren. Se quedan en tu cuerpo en forma de enfermedades"